Isaías es otro vidente destacado en la Biblia. Fue llamado por Dios para transmitir mensajes de advertencia y consuelo al pueblo de Israel. Sus profecías abarcan un amplio espectro de temas, pero se destacan por su enfoque en la venida del Mesías y en la restauración de Israel.
” Los dos círculos — la audiencia erudita y la audiencia SUD— coinciden pero no completamente. Esplin indica:
Moisés recibió directamente las leyes y los mandatos divinos, y fue el intermediario entre Dios y el pueblo durante su travesía por el desierto. Su relación cercana con Dios le otorgaba el don de la profecía y la capacidad de realizar milagros.
Asimismo todas las cosas que había consagrado Samuel vidente, y Saúl hijo de Cis, y Abner hijo de Ner, y Joab hijo de Sarvia; y todo lo que cualquiera consagraba, estaba bajo la mano de Selomit y de sus hermanos.
Samuel recibió visiones y directrices divinas que le ayudaron a guiar al pueblo de Israel en momentos de crisis y dificultad.
La oración: La oración es un acto profético que intercede por las necesidades de la iglesia y del entorno.
Sus ejemplos de fe y obediencia ofrecen un modelo a seguir para aquellos que buscan una relación más profunda con Dios.
La importancia de los videntes en la revelación divina radica en su capacidad para interpretar y transmitir el mensaje de Dios de manera comprensible para el pueblo.
La profecía verdadera siempre debe estar al servicio del reino de Dios y del bienestar de la humanidad.
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La pregunta de si la profecía sigue siendo relevante en la iglesia precise es un tema de debate. Algunos creen que la profecía cesó con la muerte de los apóstoles, mientras que otros creen que la profecía sigue siendo un don disponible para la iglesia.
El significado bíblico de la palabra "vidente" es aquel que tiene la capacidad de ver y recibir mensajes divinos. Los videntes son considerados como intermediarios entre Dios y los seres humanos, y su papel es proporcionar orientación y dirección divina.
Los profetas son figuras importantes en muchas religiones. Estas personas son consideradas como mensajeros de Dios, y se les asigna la tarea de transmitir el mensaje divino a la humanidad.
La profecía siempre debe ser examinada a la luz de la Escritura y del Espíritu Santo. La iglesia debe estar alerta a los falsos profetas y a la manipulación de la profecía para fines egoístas.